Prof. Néstor Cuba: dedicación y pasión en cada paso hacia Las Palmeras
Hablar del rol que tiene el docente en la actualidad implica a menudo discutir lo difícil que puede ser ejercer una profesión que demanda alta vocación, a veces no es suficientemente valorada por nuestra sociedad. Sin embargo, existen casos extraordinarios como el del profesor Néstor Cuba, instructor del taller de futsal y vóley del programa Arte, Cultura y Deporte de la Asociación UNACEM.
Con una experiencia sólida de 11 años como instructor, Néstor ha dejado una huella significativa en cada comunidad donde ha trabajado. Desde sus inicios en Pachacámac, enseñando en la zona de Quebrada Verde y enfrentando retos logísticos y geográficos, hasta su extenso periodo en Virgen de Lourdes, donde se consolidó como un educador comprometido. Durante la pandemia, como muchos otros educadores, experimentó un breve descanso en sus actividades, pero esto solo reafirmó su dedicación cuando regresó a las canchas.
“Hemos pasado por momentos difíciles, pero siempre hemos vuelto con más fuerza”, comenta Néstor mientras observa cómo sus alumnos aplican las técnicas que les ha enseñado. Su experiencia no solo abarca el ámbito deportivo, sino que se extiende a la conexión humana que establece con cada niño y adolescente que pasa por sus clases. Su labor va más allá de enseñar habilidades deportivas; también cultiva el entusiasmo y la alegría entre sus alumnos.
Actualmente, Néstor enseña futsal y vóley en el AA. HH 2° Etapa Las Palmeras – Tablada de Lurín, talleres que son promovidos por la Asociación UNACEM con el apoyo de UNACEM. Llegar a la losa deportiva de esta comunidad, no es fácil, sólo se llega a pie, recorriendo aproximadamente 20min, atravesando terrenos difíciles y superando obstáculos naturales.
“Los peldaños complicados y las lluvias hacen el camino resbaladizo, e incluso a veces los perros intentan morderme en el camino, pero mi compromiso me impulsa a llegar puntual para estar con todos los niños y jóvenes que me esperan con mucho entusiasmo”, menciona Néstor, haciendo hincapié en la resistencia física y emocional que requiere su labor.
“Es muy gratificante compartir con todos ellos sus triunfos, logros y momentos de alegría”, expresa con una sonrisa que refleja su dedicación. Su habilidad para adaptarse a diferentes entornos y mantener el entusiasmo a lo largo de los años habla profundamente de su vocación y compromiso con la educación integral de los jóvenes.
Cada sesión de entrenamiento es un testimonio vivo de su esfuerzo y dedicación. “Aquí no solo se trata de enseñar deporte, sino también de brindarles un espacio donde se sientan apoyados y valorados”, comenta mientras corrige la técnica de un jugador joven. Su capacidad para conectar con los participantes trasciende las canchas, extendiéndose a la vida misma de cada alumno que pasa por sus clases.
En el marco del Día del Maestro, Néstor aprovecha para enviar un mensaje de gratitud y reconocimiento a todos los educadores. “Es realmente extraordinario poder compartir nuestros conocimientos y experiencias con los más pequeños, no solo en el deporte, sino también en el arte y la cultura”, comenta con humildad.
Así, Néstor Cuba representa no solo la perseverancia ante las dificultades, sino también el compromiso profundo con la formación integral de las nuevas generaciones, dejando una huella imborrable en cada beneficiario que tiene el privilegio de ser parte de sus clases. Su ejemplo inspira no solo a sus alumnos, sino a todos aquellos que valoran la verdadera vocación educativa y el impacto positivo que puede tener en la comunidad.
